Rosa Lencero es una escritora muy famosa que ha publicado varios libros y que escribe así de bién, siempre que escribe un artículo me lo manda y yo se lo agradezco infinitamente por que lo hace muy , pero que muy bién. El hecho da categoria a mi blog.
Gracias.
Inesita, Inés
13.01.2011 -
ROSA LENCERO
AHORA tiene la tristeza el color sepia del otoño en sus ojos. El color morado desvaído en sus labios donde una letanía se pierde apenas en un murmullo. Tres hojitas madre tiene el arbolé, la una en la rama, las dos en el pié. Inés es su nombre. Pero no lo recuerda. Desorientada en el tiempo, atrapada en el espacio por donde ya no sabe moverse. Pocas letras tiene el puzzle de su nombre para tanto caos como hay en su cabeza. Y me viene a la memoria, que bendigo para que no se duerma, los versos del Lorca del presagio y la pena negra, entre la belleza y la muerte: «Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda». Así está Inés, en la baranda del cautiverio llamado alzhéimer. Los pensamientos no obedecen a su voluntad y la confunden, se va degenerando su cerebro como un terrón de azúcar que se disuelve a trozos en café amargo. Ya nada es normal ni cotidiano. Dábales el aire, meneábanse aquellas tres hojitas de su canción de infancia que ahora suena en la gramola de mi boca, que vengo a cuidarla.
-Inesita, Inés, vamos a jugar que no existe el tiempo, que las palabras son barro. Ahora amasamos la palabra 'yo' con la punta de los dedos sobre el corazón. Y más barro para 'quiero' con la palma sobre el pecho.; 'existir' con la mano abierta sobre la frente.
Inés hace sonar la campana de la puerta, pero no quiere salir sin aquella sombrilla o parasol con el que moceaba su piel tan blanca como la nácar. Por eso da tiempo a que no se pierda sola por las calles, la tomo de la muñeca como si de un trozo de algodón se tratara y la siento en su mecedora. Ha olvidado todo. 'Arbolito verde secó la rama, debajo del puente retumba el agua'. Y cada mañana, después del desayuno, a jugar a la gallinita ciega con sus ojos otoño-sepia-miel: las gafas están aquí y se ponen así.; esto es un dedal para coser con el que yo te remiendo el lino roto de tus recuerdos, Inesita. Y esto una cuchara para la sopita de lluvia de letras; hoy vas a cenar tu canción. Dejo sobre tu almohada un pañuelo para la agüilla de la nariz y sobre la mesilla una foto de tus nietos, los tres más repeinados que un sanluís. (Inesita me salen pareados, ojalá fuera poeta para escribirte un verso de aire que insuflara en tu entendimiento una luz nueva para espabilar tu sueño). Hasta mañana y duerme bien, que los angelitos guarden las cuatro esquinas de tu cama, Inés, Inés, Inesita Inés.
El 2011 es el año internacional del alzhéimer, enfermedad que va destruyendo las células del cerebro y afecta a la capacidad de las personas para actuar como tales: se pierde la realidad de lo que fuimos y anula los actos de lo que somos. Sociedad e instituciones deben concienciarse plenamente y desarrollar la investigación científica rigurosa que nos impida caer en las fauces de ese terrible monstruo al acecho que puede devorarnos a cualquiera de nosotros.
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